viernes, 9 de enero de 2015

Año nuevo, tiempo de promesas......

  Metidos ya los dos pies en el nuevo año, que estrenamos con noticias macroeconómicas favorables y penosas a ras de calle, tenemos que afrontar la cuesta de enero, febrero, marzo…, no sin antes hacer alguna que otra consideración relativa al año que nos aguarda.
  
  Estamos en tiempos de promesas y ofertas similares a las rebajas de estas fechas en grandes almacenes y pequeños comercios; con la consabida bajada de precios y una publicidad incrementada en mensajes e imágenes sugerentes que nos invitan a la compra de cualquier cosa que se nos ofrezca.


  •  Nuevas posibilidades de empleo, aunque con menor salario, temporales, o, a tiempo parcial, rellenarán las estadísticas.
  •  Mayores recursos para discapacitados, enfermos crónicos, dependientes en general.
  •  Ayudas para parados sin prestación económica.
  •  Mucha mayor atención a pensionistas y población de la tercera edad en general.
  •  Mejoras en servicios sanitarios y en la enseñanza pública.

  Verdades como puños para espíritus abiertos, receptivos, poco críticos y de muy buena voluntad (aprovechando la resaca positiva de la Navidad), que mantendrán el ánimo enaltecido del conjunto ciudadano en la espera de su cumplimiento.

   Es positivo mantener el ánimo enaltecido, siempre sin pasarse; pero imprescindible no pasar del sentido crítico y autocrítico, que nos coloca frente a la realidad presente, con la exigencia en lo personal y la demanda en lo colectivo, para que el tiempo de respuesta no se alargue y los problemas, sobre todo, de los que los padecen en peor grado, no se hagan esperar para su solución.

  Año nuevo. Reclamamos solidaridad nueva para un viejo problema de pobrezas y soledades.

lunes, 7 de julio de 2014

CRUZ ROJA CUMPLE 150 AÑOS: La evolución.

cruz roja


 Empezamos como respuesta a los heridos en las batallas y nos hemos ido transformando, sin perder la identidad, hasta la presencia actual en muy diversos frentes de la guerra en que están sumidos los más vulnerables de la sociedad: batallas contra el hambre, por el empleo, por la educación de los menores que fracasan en la escuela, también al lado de los mayores que requieren compañía, seguridad ante riesgos posibles en sus casas; estando junto a los inmigrantes que necesitan orientación, formación para el trabajo o retornar a su país, en las cárceles cerca de los que no tienen libertad pero si la dignidad y las necesidades como personas de apoyo o rehabilitación ante las drogas, con los afectados por el VH Sida, ayudando a prostitutas, o, estando presentes en los hospitales con menores ingresados y trabajando con la juventud en pos de un desarrollo saludable, sin drogas, con una sexualidad sana, mejorando el entorno natural. Y seguimos también allí donde la emergencia de catástrofes, las guerras, los accidentes, la llegada de pateras o rescates en el mar lo requieren.

cruz roja 150
En 150 años somos lo mismo y más cosas porque hemos ido incorporando en nuestro ADN, las necesidades, las angustias, los problemas y, muy frecuentemente, la desatención que sufren los más débiles de nuestra sociedad, ya sean los próximos, los de nuestro entorno más cercano, ya los de larga distancia, más allá de nuestras fronteras, hasta donde alcanzamos con la cooperación internacional.


Todo ello no por tener más poder, ni más recursos, ni más influencias. Esto ocurre por dos razones muy poderosas que nos hacen fuertes en la debilidad, potentes aun en la escasez, atrevidos para la implicación en nuevos proyectos, y la primera son los voluntarios de nuestra institución (200.000 en nuestro país, 4.700 en nuestra región), por los socios que nos apoyan con sus aportaciones (más 21.000 en la Región de Murcia) y, como un complemento inestimable, por el afecto transformado en apoyos puntuales significativos, de los ciudadanos y de bastantes empresas, que aportan sus reconocimientos y sus esfuerzos económicos ante cualquier llamada que hacemos desde Cruz Roja, ya sea por la crisis económica que a tantos ha sumido en la pobreza, ya por un desastre colectivo, o por la simple voluntad de colaborar con nosotros con donativos para necesidades específicas o tal vez comprando lotería. 


Es cierto que con 150 años nos sentimos muy mayores y en ocasiones las articulaciones nos mandan sus quejas denunciando posibles artrosis y como fruto de ello no siempre acertamos a dar la respuesta correcta, la más adecuada, incluso no aportamos toda la fuerza que requieren los más necesitados de nuestro mundo, pero la revisión permanente, la crítica de quienes ven nuestras debilidades y sobre todo la auto-crítica, nos posibilitan la rápida reacción para volver al dinamismo necesario y renovar la voluntad de servicio y el compromiso con los que son nuestra prioridad, como reza nuestro eslogan “cada día más cerca de las personas”, que es donde queremos permanecer, siendo útiles a la par que demandantes de las soluciones más definitivas que no pueden venir de las organizaciones no gubernamentales sino que dependen, en definitiva, de las administraciones públicas, de los poderes políticos y económicos, de la organización de la sociedad, como conjunto de personas con una estructura política y social en la que primen las personas, el respeto a las mismas, con la cobertura adecuada de sus necesidades básicas, junto a la respuesta apropiada a los derechos de salud, educación y atención social, por encima de cualquier interés económico o de otra índole que pretenda situarse como valor incontestable en la vida de la comunidad.

Desde la perspectiva que da la edad, en nuestro cumpleaños, nos felicitamos y felicitamos a la sociedad en la que estamos instalados, por las alegrías mutuas alcanzadas en el tiempo y hacemos votos por un futuro en el que cada día seamos menos necesarios porque las carencias de los más vulnerables hayan desaparecido.
Pero como previsiblemente la cosa no será en breve, seguimos esperando la colaboración de todos y ofreciendo nuestros servicios para seguir cada día más cerca de las personas.

cruz roja
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viernes, 20 de junio de 2014

20 DE JUNIO. DÍA MUNDIAL DE LOS REFUGIADOS

 El contexto internacional, marcado por el creciente número de conflictos armados que se prolongan en el tiempo como el de Siria o Mali, así como el de dictaduras que persiguen a los discrepantes, incide directamente en el incremento del número de personas que huye de sus hogares y atraviesan fronteras buscando un futuro mejor, más allá de la habitual salida del propio país por razones de la miseria que dificulta gravemente la subsistencia.
 Huyen por necesidad. Escapan de conflictos armados o de otras situaciones de vulnerabilidad como la persecución por motivos de género, orientación sexual, ideología, raza o religión que incluso llegan a poner en peligro sus vidas y las de sus familias. Y al llegar al país de destino se encuentran con graves problemas, fundamentalmente, por haber perdido sus redes de apoyo, pero también por desconocimiento del idioma y de las normas y pautas de funcionamiento de la sociedad de acogida. La crisis económica en nuestro país dificulta especialmente su proceso de integración por la práctica imposibilidad de acceder al mercado laboral. Lo que les aboca a una nueva situación de extrema vulnerabilidad y riesgo de exclusión social.
 A las dificultades de carácter económico, se incorpora habitualmente el escaso respeto de los gobiernos a las leyes internacionales sobre refugiados, siendo ordinariamente muy difícil la aceptación de su estancia y el reconocimiento específico como tales refugiados, lo que contradice toda acción de devolución a sus países de origen. Es necesario que impulsemos una mayor conciencia con valores humanitarios y de solidaridad.

Por estos motivos, el trabajo que Cruz Roja Española lleva a cabo con estas personas prácticamente se ha duplicado en el último año, pasando de las 2.900 personas atendidas a más de 4.900.

miércoles, 18 de junio de 2014

LA AUSTERIDAD SOBRE QUÉ ESPALDAS. Del claro al oscuro.

 Dentro de las cosas indiscutibles están unas cuantas verdades como puños: la crisis económica internacional, la deuda brutal de los estados del sur, la falta de financiación en condiciones de devolución posible para los países “ayudados”, la ausencia de financiación para las PYMES y las familias, los casi 6.000.000 de parados, los millones sin prestación alguna, las familias sin ningún ingreso..., vamos, que el desastre está más que claro y patente a los ojos de cualquiera por estúpido y no leído que sea.



 También parece palmariamente claro el origen de esta hermosa situación: los préstamos basura, la especulación de la construcción de viviendas sin control, el saqueo de cajas de ahorros por partidos gobernantes y directivos, el modelo mismo liberal que requiere hacer crisis periódicas para eliminar a los débiles y reducir el número de beneficiarios de la tarta (como en la selección natural de la selva), por aquello de mantener el ecosistema.., y otras muchas cosas claras para los que más saben de economía pero también para los que sólo saben sus efectos.



 Se pierde algo de claridad al entrar en el terreno de las opciones para responder a los problemas que tan impunemente se han creado: cortar la sangría que supone el “haber vivido por encima de nuestras posibilidades” (¡lo que hay que oír), haciendo recortes en sanidad, educación, servicios sociales, elaborando y aprobando una legislación laboral, para echar más fácilmente a los trabajadores, acabar con la estabilidad en el empleo, posibilitar la contratación a tiempo parcial, bajar los salarios, acabar con los convenios colectivos, estabilizar el inestable trabajo en precario, reducir de facto las pensiones, abandonar a miles de dependientes a su suerte, congelar los salarios, amén de reducir, el de los empleados públicos..., empobreciendo a toda la sociedad, mandando a la exclusión social a un buen montante de aquellos que últimamente sólo eran trabajadores con bajo nivel salarial y al umbral de la pobreza a buena parte del resto, bajar de nivel socioeconómico a casi todos. Desarrollar la economía especulativa, el dinero en bolsa, en bonos, depositado en paraísos fiscales, incrementado la economía del fraude fiscal. Nada de inversión para reactivar la economía, nada de exigir que los bancos vuelvan a dar financiación para la actividad económica, nada que permita la disponibilidad de recursos fruto del trabajo para dinamizar la producción y el consumo.



 No hay que extrañarse de que esos polvos, traigan los lodos del incremento en la distancia entre ricos y pobres (incremento en pocos años en más de un 20% sobre lo que ya teníamos). Los unos con crecimiento en plena crisis, el resto con decrecimiento hasta colocar al 30% de la población en el umbral de la pobreza.

 Quedan en el terreno de lo totalmente oscuro y negro las explicaciones de la fiesta y de lo bien que nos va. Con un descaro rayano en la desvergüenza, se afirma y reafirma de manera casi empalagosa por repetitiva, que estamos saliendo de la crisis, que hay un crecimiento reconocido por todo el mundo, que gracias al desaguisado de empobrecimiento producido en nuestra sociedad, todo va sobre ruedas (aunque, eso sí, queda mucho por hacer, dicen, ¿todavía más?) y el paro no sólo no ha desaparecido con el incremento de 3.500.000 puestos de trabajo creados (según anunciaron), sino crecido en 1.200.000 desempleados más. Los Gurtel, ERES, cursos de formación no impartidos y cobrados, aeropuertos de inversión inútil no justificada, autovías a ninguna parte o a rescatar, Fórmulas 1, y muchos más, siguen impunes sine díe.



 Y este bendito pueblo, el de la “furia española”, el de la “sangre caliente”, el de la pasión mediterránea, cántabra o extremeña, sigue tranquilo, resignado, mostrando su energía en la competencia entre Barsa, Madrid, Atlético, el equipo del pueblo o del barrio, el brío de las motos, junto a otros territorios similares en los que fluye el debate, el enfrentamiento y en ocasiones hasta la violencia.

 Es que somos más de la camiseta, de la bandera y del equipo que del deporte y sobre todo más que de nosotros mismos, que del futuro de nuestros hijos, del sufrimiento de los discapacitados, de los sin papeles que ya son también sin tarjeta sanitaria, de los sin pan (pues que vayan a Cruz Roja y a Cáritas o “que les den”), de los niños y jóvenes sin futuro.


 Así que gritemos todos juntos: ¡VIVA LA ROJA! Y ¡A por la Champions y el próximo mundial!

martes, 10 de junio de 2014

DESALADORA DE PERSONAS

  Funciona como una gran desaladora que toma agua del mar y en un proceso claramente definido, vierte finalmente el agua potable tan necesaria para los campos, las fábricas, hospitales... y sobre todo para saciar la sed de los ciudadanos. En el caso que nos ocupa, la captación se produce de entre todos los componentes de la sociedad, jóvenes y mayores, mujeres y hombres, de toda condición, con diverso nivel cultural. Es el mar que va entrando en la gran maquinaria transformadora de la institución. El proceso de succión de la Cruz Roja, viene dado por el valor de servicio mostrado a lo largo de sus 150 años de historia de generosidad, por los testimonios de quienes ofrecen parte de su tiempo para ser útiles a una sociedad que luce demasiado precariado vulnerable ante las tormentas del egoísmo, la injusticia, o simplemente los desequilibrios de la propia naturaleza que juega tan malas pasadas.


  La maquinaria de transformación en agua potable se inicia con la formación de los nuevos inquilinos de la casa, para conocer los principios que deben presidir el quehacer, para prepararlos en los diversos campos de actuación: personas mayores, niños y jóvenes, presos y accidentados, mujeres en riesgo, inmigrantes general personas que necesitan desde el acompañamiento hasta el alimento con que sobrevivir.

  La cercanía de los que sufren de uno u otro modo, la vivencia personal de la angustia cercana, la rapidez para atender al que se le puede escapar la vida si no se llega a tiempo, el relato de vida de los que se acercan en busca de consuelo y ayuda, la formación de equipo con compañeros y compañeras en tan diferentes misiones, termina por transformar, sino el agua en vino, sí el agua salada en potable, capaz de aminorar la sed de muchos. El voluntariado actuante, así, es el resultado de todo un proceso transformador en personas que se sienten algo mejores, más útiles, más liberadas de muchos condicionantes y prejuicios, listas para actuar. El complemento de este manantial, sin el que no sería posible mantener los compromisos con los ciudadanos desfavorecidos, está en el soporte inestimable de los socios que coadyuvan en hacer posible, aplicable, real, la disposición para emprender aventuras de cooperación, y trabajo diario para el desagobio y en ocasiones hasta la sonrisa.



  Como el agua que entra y sale transformada, la Cruz Roja ve pasar a lo largo de los años a muchas personas por sus asambleas, sin que deje en ningún momento de la larga historia en nuestro País, de mantener un cuerpo de voluntariado, técnicos y socios colaboradores que construyen la pervivencia en el tiempo y en el espacio de toda la geografía de nuestra región, del Estado y de todo el mundo como Cruz Roja o Media Luna Roja, institución humanitaria para un mundo que no siempre dispone de los mejores ejemplos de humanidad.

miércoles, 4 de junio de 2014

¡CÓMO PASA EL TIEMPO!

 Parece que fue ayer, es la expresión más repetida, sobre todo cuando se acumulan los años (pocos o muchos) en las espaldas de cualquier persona. ¿cuándo te “echaste” pareja?, ¿cuándo fue lo de tu hermano?, ¿cuándo se marchó?..., da igual si son dos años o quince, siempre terminamos diciendo que “parece que fue ayer” y es que el tiempo pasa a una velocidad inversamente proporcional a lo que nos sugiere el tiempo de espera, siempre largo y eterno.




 Pues han pasado 150 años desde que la Cruz Roja, esa que recibe y cuida a los inmigrantes que saltan vallas o llegan en patera, la que se preocupa por personas mayores, niños con fracaso escolar, enfermos de sida, reclusos de centros penitenciarios, jóvenes a los que proponer la cultura de la paz, el cuidado del medio ambiente, la prevención de las drogas, que está presente en las catástrofes naturales y en la provocadas..., esa institución a la que pertenecemos más de 210.000 voluntarios en España, infinidad de trabajadores, cerca de 1.000.000 de socios, que está al servicio de los más vulnerables de la sociedad y que Ahora + que nunca con el incremento de la pobreza y la exclusión se ha volcado en la ayuda solidaria a los que más sufren, esa institución se ha hecho muy mayor, pero parece que fue ayer.

jueves, 22 de mayo de 2014

¿QUÉ NOS MUEVE?. Cosas para pensar.

  En el terreno de los principios definidos por la Institución, o si surcamos los caminos de las ideas tan traídas y llevadas en charlas, cursos de formación y reuniones, está bien claro: nos mueven los que sufren por uno u otro motivo en nuestro mundo de hoy, o sea, que en ese terreno sobre la tierra y el mar, en el espacio que no mancha ni contamina, lo que nos pone los pelos de punta es el incremento del nivel de pobreza de nuestros conciudadanos, de nuestros compañeros, frecuentemente el propio, nos levanta la piel la angustia ver a los que tiran de sus casas, a los que no pueden pagar el alquiler, la luz, el agua, la comida (porque nosotros sí los vemos); a los que llegan en patera, en los bajos de un camión o junto a las hélices de un barco; a los que saltan malheridos las vallas fronterizas, a tantos y tantos otros.



  Pero a pie de calle, en ocasiones, podemos caer en la rutina del servicio repetido, aunque el servicio realmente sirva, en la ejecución casi mecánica de la actividad, en el distanciamiento emocional del que está sufriendo, tal vez porque andemos más pendientes de la anotación del evento, de la foto para recordatorio, de la mecánica del procedimiento, de los dimes y diretes sobre quién lleva la voz cantante, qué tenemos que reclamar al responsable de turno, o cómo podemos criticar tal o cual cosa que no nos gusta. En fin, que la vida es diferente del mero pensamiento sobre la vida.


  Por si ocurriera tal cual, no es malo pararse a pensar, a repensarnos como voluntarios de Cruz Roja. Seguro que mejoramos.